viernes, septiembre 29, 2006

Se consuma en el Senado de EU la legalización de la tortura


La anulación del habeas corpus nos convierte en una "república bananera": ex abogado militar

La votación queda 65 contra 34; "nuestra democracia, la gran perdedora": New York Times

Bush promulgará en breve la ley que le otorga el poder de "designar a los enemigos extranjeros"
En duda, el compromiso de Washington con los principios fundamentales de justicia, dice AI


Citado de La Jornada
Viernes 29 de septiembre de 2006

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

George W. Bush (al centro), acompañado del líder de la mayoría en el Senado, Bill Frist, y el vicepresidente Dick Cheney (derecha), ayer en el Capitolio Foto Ap
Washington, 28 de septiembre. El Senado aprobó hoy la tortura y la anulación del derecho fundamental de un acusado de acceso a las pruebas en su contra para todo extranjero (incluidos inmigrantes) que sean designados "enemigos" por el presidente de Estados Unidos, convirtiendo a este país, según un ex abogado militar, en una "república bananera".
El presidente George W. Bush promulgará esta ley a la brevedad, la cual él y sus aliados consideran una "herramienta vital" en la lucha contra el "terror", cuyas medidas, dicen, ya han evitado atentados "terroristas" en los últimos años
La votación de esta noche en el Senado fue de 65 contra 34 en favor de la llamada Ley de Comisiones Militares (nombre del sistema judicial para "combatientes enemigos ilegales"). Con la previa aprobación de este proyecto en la Cámara de Representantes y su aprobación en el Senado esta noche, el presidente Bush y su gobierno se anotaron un triunfo al legalizar una serie de medidas autorizadas por el Ejecutivo en el curso de los últimos cuatro años como parte de la llamada "guerra contra el terror" y que recientemente fueron consideradas inconstitucionales por la Suprema Corte y violatorias de las Convenciones de Ginebra.
Bush realizó una inusual visita al Senado esta mañana para promover la aprobación del proyecto, que ha sido denunciado por visitadores de la Organización de Naciones Unidas, ex abogados militares, varios legisladores, organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, editorialistas y expertos en ley constitucional e internacional.
La iniciativa de ley otorga un tipo de amnistía para posibles crímenes de guerra cometidos por personal estadunidense en los últimos años (por tortura, encarcelamiento clandestino, desapariciones y otros), redefine por primera vez en más de 50 años las Convenciones de Ginebra, autoriza la tortura (oficialmente se llama "técnicas de interrogación"), y anula para siempre el derecho de los detenidos a cuestionar las razones de su encarcelamiento o su trato.
Bajo el proyecto aprobado hoy, el presidente y sus representantes tienen el poder de designar a casi cualquier ciudadano del mundo, incluidos los inmigrantes legales en este país, como "combatiente enemigo ilegal" con lo cual podría ser detenido indefinidamente sin acceso a un tribunal. La ley también permitirá los "métodos de interrogación" que se consideran "permisibles", o sea, qué es o no tortura lo define el presidente, lo cual, además, es secreto.
Los tribunales estadunidenses no tienen poder para interceder en el nuevo sistema judicial militar para procesar a los "combatientes enemigos", sólo hasta después de que se emita un veredicto. Nadie podrá presentar demandas legales contra el gobierno estadunidense por estos casos con base en las Convenciones de Ginebra. Pruebas que son resultado de tortura podrán ser presentadas en estos procesos si el juez determina que son "confiables".
Pero la anulación del derecho de habeas corpus, un principio legal que antecede a la Carta Magna del siglo XIII, que forma la base de los sistemas legales occidentales y que está consagrado en la Constitución de Estados Unidos, no tiene precedente. Este concepto establece el derecho de un prisionero de conocer las razones por las cuales está detenido.
John D. Hutson, ex almirante y ex abogado militar uniformado de mayor rango de la Marina, argumentó esta semana ante legisladores que el derecho de habeas era fundamental para la identidad estadunidense. "Sin este tipo de protecciones, sólo somos una república bananera más", declaró en una audiencia del Comité Judicial del Senado.
Hoy, el director ejecutivo del Centro de Derechos Constitucionales, Vincent Warren, dijo que esta legislación "otorga al presidente el privilegio de reyes, permitiéndole encarcelar a cualquier crítico como supuesto 'combatiente enemigo', que jamás verá el interior de un tribunal o tendrá la oportunidad de cuestionar su detención o su trato. ¿Qué diríamos si otro país aprobara una ley haciendo legal el secuestro de un ciudadano estadunidense y su detención indefinida?"
Otros abogados han señalado que el habeas corpus ha sido suspendido en cuatro ocasiones en la historia de este país, pero sólo brevemente y en territorio que era zona de combate.
Esta noche Amnistía Internacional expresó su desilusión y declaró que la aprobación "pone en duda el compromiso de Estados Unidos con los principios fundamentales de justicia y juicios imparciales".
"Nuestra democracia es la gran perdedora", opinó hoy el New York Times en su editorial, al señalar cómo los republicanos y su presidente, así como los demócratas, estaban por aprobar esta ley por razones electorales en esta coyuntura política. Concluyó que los estadunidenses en el futuro recordarán que "en 2006, el Congreso aprobó una ley tiránica que será comparada con los momentos más bajos de nuestra democracia."

miércoles, septiembre 06, 2006

Mensaje a la nacion

Mensaje del licenciado Felipe Calderón, Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicanos, durante la reunión de celebración realizada esta noche en el Auditorio de la sede nacional del Partido Acción Nacional. 5/9/06
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Gracias queridos amigos, mexicanas y mexicanos:
Hoy es un día trascendental para la vida de México, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó la decisión que los ciudadanos tomamos en las urnas el 2 de julio con esta resolución que reconoce nuestro triunfo ganado a pulso concluye el proceso electoral del 2006.
Como Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicanos, quiero agradecer en primer término a lo ciudadanos por su madurez, su convicción democrática y su participación ejemplar durante la jornada electoral.
A pesar de lo intenso de la contienda ha sido un proceso libre, equitativo y democrático vigilado por la propia ciudadanía. Con su desempeño imparcial y profesional el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial han demostrado su eficacia como órganos garantes de la democracia.
Quiero expresar mi reconocimiento nuevamente a quienes fueron mis adversarios, a los candidatos de todos los demás partidos políticos y coaliciones que contendieron en esta elección.
Sus propuestas, las más valiosas, que son de todos propuestas legítimas y representativas, serán incorporadas en el programa de gobierno.
Los invito a ellos y a todos a sumar esfuerzos en beneficio de México. Para ellos, de mi parte habrá siempre una mano tendida y una puerta abierta al diálogo.
Como Presidente Electo sé que los ciudadanos esperan un gobierno abierto a todas las expresiones, a todos los proyectos, a todo lo que beneficie a nuestro gran país.
El primero de diciembre asumiré con determinación, con responsabilidad y con pleno respeto a los ciudadanos, a los poderes de la unión y a los partidos políticos la tarea que el pueblo me ha conferido.
La pluralidad es el mandato de las urnas, así lo entiendo y así habré de gobernar.
El proceso electoral ha terminado, llegó la hora de la unidad y de los acuerdos. Tenemos un pasado que nos hermana y un futuro por construir.
A los líderes políticos y sociales les digo que en mí encontrarán la total disposición para resolver las discrepancias que nos separan y encontrar de nuevo el camino que nos une.
Iniciaré de inmediato un diálogo respetuoso y constructivo con el Congreso de la Unión. Confío en que del diálogo surja la agenda nacional en la que anhelos y aspiraciones mayoritarias queden reflejados.
Debemos estar unidos de cara a la nación, porque sólo unidos podremos vencer a quienes son nuestros verdaderos enemigos: la pobreza, la delincuencia, el desempleo, la desigualdad. Divididos perderíamos la fuerza que necesitamos para construir un México mejor.
Unidos haremos crecer la economía y generaremos los empleos bien pagados que necesitamos.
Unidos educaremos mejor a nuestros hijos.
Unidos lograremos que no haya ninguna mexicana, ningún mexicano, sin médico o sin medicina.
Unidos podremos proteger nuestros recursos naturales y rescatar la seguridad de nuestras calles y de nuestras ciudades.
Los llamo a todos a trabajar por México, un llamado a las fuerzas políticas, a los gobernadores, a los congresos locales, a los ayuntamientos del país, desde luego al Congreso de la Unión.
A todos los convoco a unir fuerzas para orientar la vida de México hacia los valores que compartimos los mexicanos, a la justicia, al trabajo, a la protección del ambiente, al patriotismo, a la paz.
Los invito, además, a participar en el diseño del programa del próximo gobierno. Juntos construyamos la visión del México del futuro que queremos para nuestros hijos, un proyecto que nos una a todos y del cual se desprenderá el Plan Nacional de Desarrollo.
Los invito a dialogar, entre los mexicanos podemos pensar diferente pero no somos enemigos.
Parafraseando a don Melchor Ocampo digo que es hablándonos y no enfrentándonos como habremos de entendernos y pienso que cerrarle la puerta al diálogo es cerrarle la puerta a México.
Las diferencias políticas, la confrontación de los proyectos, fueron parte de la campaña y han quedado atrás. Hoy sigue la etapa de las coincidencias y de los acuerdos, debemos pasar de la polémica a la cooperación democrática, a la construcción de una agenda y del proyecto común.
Me decidí a buscar la Presidencia porque estoy convencido de que en el futuro lograremos, si trabajamos juntos, darle un nuevo rostro a México. Siempre he soñado y luchado por una sociedad sin desigualdades, sin discriminación, sin exclusiones.
Un México en el que todos, absolutamente todos, podamos gozar y ejercer los derechos políticos, económicos, sociales y culturales que la Constitución nos reconoce y al mismo tiempo cumplamos con nuestras obligaciones y responsabilidades como ciudadanos.
Quiero una economía poderosa y fuerte, capaz de crear riqueza y distribuirla, una economía libre y competitiva que proteja a los consumidores y permita la participación equitativa de todas las empresas privadas y sociales sin distingos ni privilegios.
Quiero una economía productiva, una economía capaz de generar los cientos de miles de empleos para que nuestros jóvenes no emigren y todos podamos vivir con dignidad de nuestro trabajo.
Quiero una economía en que todos, especialmente los micro y pequeños empresarios, los miles de campesinos y trabajadores agrícolas, todos tengan cabida y oportunidades de mejorar.
Quiero un gobierno de la República e instituciones políticas cuyo único objetivo sea servir a ustedes los ciudadanos; es decir, hacer posible que en México se gocen y se ejerzan los derechos políticos y también se cumplan a cabalidad las responsabilidades del ciudadano en un Estado fuerte y democrático capaz de garantizar una auténtica cultura de la legalidad y el Estado de Derecho en todas sus manifestaciones, comenzando por la seguridad pública.
Quiero un México ganador en la escena internacional, con una política exterior responsable y activa que abone al desarrollo y al bienestar de los mexicanos, que haga que México responda al liderazgo que le corresponde asumir en la construcción de un mejor entendimiento global y regional, particularmente en América Latina.
Quiero un Estado que asuma su responsabilidad social, especialmente con quienes están más desprotegidos para promover y garantizar la igualdad de oportunidades.




Estoy convencido que en los próximos 6 años podremos darle ese nuevo rostro a México, una sociedad más igual, una economía poderosa, generadora de oportunidades y empleos, un Estado democrático, un gobierno honesto y eficaz, un ambiente digno para las futuras generaciones.
Como Presidente Electo propongo en lo inmediato a la sociedad y al Congreso 3 asuntos prioritarios: el combate a la pobreza, la seguridad pública y la generación de empleos.
En primer lugar, el combate a la pobreza, el abatimiento de las desigualdades. Si algo demanda la acción urgente y con todo el poder y los recursos del Estado mexicano es la atención a millones de familias mexicanas que viven aun en condiciones de pobreza y marginación, que no tienen acceso a servicios básicos ni a condiciones elementales en la impartición de justicia y en el acceso la vida digna.
Esta ha sido desde siempre mi convicción personal, ustedes lo saben, y es seguro que es también la convicción de millones de mexicanos. Por eso es necesario ir más allá de la ayuda y el apoyo a estas familias y trabajar para poner a su alcance oportunidades que les permitan superar su condición de manera productiva, de manera que su esfuerzo por sacar adelante a sus familias sea recompensado.
Al instar al Congreso a que trabajemos en esta tarea urgente de manera coordinada, evoco los sentimientos de la nación, de don José María Morelos y Pavón, que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicten nuestro Congreso deban ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, modere la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre que mejore sus costumbres alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.
En segundo lugar, propongo la consolidación de una economía moderna, competitiva, una economía que sea capaz de generar más y mejores empleos para elevar las condiciones de vida de las familias mexicanas.
La consolidación de una economía estable y en crecimiento cada vez más competitiva es la clave para generar los empleos de calidad que demandan hoy nuestros jóvenes y en general los mexicanos. Este fue el eje de mi campaña y será también el eje de mi gobierno.
Y en tercer lugar, el combate a la inseguridad. Los mexicanos exigimos vivir de manera segura, en paz, sin zozobra y sin temor, la ciudadanía reclama que se acabe con la corrupción, la impunidad y la injusticia.
La gente quiere recobrar la tranquilidad y la certidumbre; exige que el gobierno cumpla su función de garantizar el respeto a la ley, a las instituciones y que se consolide un auténtico Estado de Derecho con una estricta aplicación de la justicia.
Las Fuerzas Armadas tienen como tarea servir a México. Así seguirá siendo. El pueblo aprecia su lealtad a la Constitución, mi gobierno habrá de fortalecer su papel de ser garantes de la soberanía nacional.
Como Presidente Electo de México pondré todo mi esfuerzo y mi voluntad desde hoy para llevar a cabo estos objetivos y llevar adelante todos aquellos compromisos que asumí en la campaña electoral.
Hoy reafirmo mi voluntad de gobernar para todos los mexicanos sin distinción de ningún tipo, ni política, ni religiosa, ni de región del país. Mi gobierno estará al servicio de toda la sociedad, ejerceré un gobierno incluyente, responsable y honesto, transparente y comprometido plenamente con la rendición de cuentas. Gobernaré con absoluto respeto a nuestras instituciones y a las leyes democráticas.
Pertenezco a una generación de mexicanos que tiene la mirada puesta en el futuro. Por eso convoco a los mexicanos a esta gran hazaña de hacer de México un país justo y democrático, un país moderno, un país que mire de frente al mundo seguro de sí mismo, un país ganador.
Convoco a los actores políticos o sociales, a la sociedad civil organizada a sumar este esfuerzo par conducir a México al futuro.
El próximo año festejaremos el 150 Aniversario de la Constitución de 1857. En el año 2010 el Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana.
Mi compromiso es que al llegar a estas fiestas nacionales, México esté más cerca de los sueños de Hidalgo y de Morelos, de Juárez y de Ocampo, de Madero y de Zapata.
Preparémonos para ello y por lo pronto, en este mes de la Patria recordemos que México está por encima de nuestros intereses particulares. La Patria es la casa común de todos los mexicanos, la casa de nuestros padres, en trance perpetuo de edificación, como dijera González Luna.
Recordemos que la Bandera, el Escudo, el Himno Nacional, la historia Patria, nos pertenece a todos los mexicanos sin distingos.
Recordemos en septiembre y siempre que ser mexicano es más importante que pertenecer a un partido político o haber apoyado a un candidato.
Que México no merece la división por causas que pueden ser superadas por la vía de la razón y del entendimiento, por la vía de las instituciones y la ley, por la vía de la democracia.
Yo conduciré el próximo gobierno de la mano de ustedes, de la mano de los ciudadanos, y seré un Presidente que respete de manera estricta la vigencia de las garantías individuales, especialmente la libertad de expresión y de credos.
Amigas y amigos:
Yo quiero agradecerles a todos ustedes su confianza y su apoyo. A todos los mexicanos les pido que iniciemos una nueva etapa en la vida nacional, que seamos capaces de soñar, que seamos capaces de probar nuestra capacidad de entendimiento, que seamos capaces de ser mexicanos por encima de cualquier cosa.
Los invito a todos, los invito a todos a que trabajemos desde hoy por el México justo, por el México libre, por el México próspero, limpio, seguro, por el México ganador que todos anhelamos y con el cual estoy plenamente comprometido.
Muchas gracias.

martes, septiembre 05, 2006

Declara TEPJF a Felipe Calderón presidente electo

De manera unánime, los siete magistrados del tribunal validan el resultado de la elección presidencial

El magistrado presidente del TEPJF, Leonel Castillo, durante la sesión del Tribunal(Foto: AP)
Citado de el Universal

Carlos Avilés y Arturo ZárateEl UniversalCiudad de MéxicoMartes 5 de septiembre de 200612:06

De manera unánime, los siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declararon presidente electo de México al panista Felipe Calderón, luego de confirmar que obtuvo la mayoría de votos en las elecciones del 2 de julio pasado.
El tribunal concluyó que sí existieron diversas irregularidades en el proceso electoral, encabezadas por “la indebida intervención” del presidente Vicente Fox, pero que éstas no fueron de tal gravedad como para invalidar la elección presidencial".
La sentencia del Tribunal Electoral pone fin al conflicto poselectoral, desde el punto de vista jurídico, porque es definitiva e inatacable.
El presidente del TEPJF, Leonel Castillo, dijo que esta resolución “es la culminación de un proceso democrático electoral, es decir del ejercicio de la soberanía nacional (del pueblo) en forma directa a través de la elección del presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.
La legitimidad del próximo presidente, aseguró, proviene de este proceso.
El magistrado Leonel Castillo recordó que la política está sujeta a reglas y éstas deben respetarse.
Leonel Castillo dijo que los magistrados se someterán su sentencia a “la contraloría” de la población no sólo del presente, sino también en el futuro.
eca

Declara TEPJF a Felipe Calderón presidente electo

De manera unánime, los siete magistrados del tribunal validan el resultado de la elección presidencial

El magistrado presidente del TEPJF, Leonel Castillo, durante la sesión del Tribunal(Foto: AP)
Citado de el Universal

Carlos Avilés y Arturo ZárateEl UniversalCiudad de MéxicoMartes 5 de septiembre de 200612:06

De manera unánime, los siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declararon presidente electo de México al panista Felipe Calderón, luego de confirmar que obtuvo la mayoría de votos en las elecciones del 2 de julio pasado.
El tribunal concluyó que sí existieron diversas irregularidades en el proceso electoral, encabezadas por “la indebida intervención” del presidente Vicente Fox, pero que éstas no fueron de tal gravedad como para invalidar la elección presidencial".
La sentencia del Tribunal Electoral pone fin al conflicto poselectoral, desde el punto de vista jurídico, porque es definitiva e inatacable.
El presidente del TEPJF, Leonel Castillo, dijo que esta resolución “es la culminación de un proceso democrático electoral, es decir del ejercicio de la soberanía nacional (del pueblo) en forma directa a través de la elección del presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.
La legitimidad del próximo presidente, aseguró, proviene de este proceso.
El magistrado Leonel Castillo recordó que la política está sujeta a reglas y éstas deben respetarse.
Leonel Castillo dijo que los magistrados se someterán su sentencia a “la contraloría” de la población no sólo del presente, sino también en el futuro.
eca

lunes, septiembre 04, 2006

Mensaje del Presidente Vicente Fox Quesada a la Nación, con motivo de su Sexto Informe de Gobierno.


Mexicanas y mexicanos:Como Presidente de la República, la Constitución me obliga a asistir al Congreso cada año, a presentar ante los Diputados y Senadores, un Informe sobre los resultados de la gestión del Gobierno Federal.En esta ocasión, un grupo de legisladores del Partido de la Revolución Democrática, impidió que el Presidente de la República pudiera dirigir su mensaje al Congreso y a la Nación, con motivo del Sexto Informe de Gobierno.Esta actitud, contraria a las prácticas democráticas y al ejercicio de las libertades, no representa un agravio a mi persona, sino a la Investidura Presidencial y sobretodo, al pueblo de México.En democracia, todas las voces deben ser escuchadas. En democracia, el Gobierno está obligado a rendir cuentas a la sociedad. Y ese es justamente el sentido del Informe Anual de Gobierno.Como exige nuestra Carta Magna, ya asistí al Congreso de la Unión y entregué el Informe Escrito.Ante estos hechos, he decidido dirigirme a ustedes, las y los ciudadanos de México, para rendir cuentas y compartir una reflexión política a la vuelta de seis años de Gobierno.La fuerza de nuestra democracia radica en la fuerza de la ciudadanía.México es hoy una nación de ciudadanos; una nación de mujeres y hombres libres.La sociedad ahora es la protagonista de las grandes transformaciones de México. Su voz es expresión de la democracia que hemos construido.Durante estos seis años, las y los mexicanos tomamos en nuestras manos la tarea de fortalecer y dar vigencia plena a la República.La división de poderes se ha consolidado como el pilar de la nueva gobernabilidad democrática; como el principio para seguir avanzando por el camino de la unidad, la paz social, el bien común y la democracia.Los tres Poderes de la Unión asumimos el compromiso de trabajar, con un amplio sentido de corresponsabilidad, en la defensa de los intereses nacionales.Como nunca antes, Legislativo, Judicial y Ejecutivo hemos acatado y respetado las decisiones que surgen en el seno de otro poder.La plena vigencia de este equilibrio republicano ha sido un elemento fundamental para el fortalecimiento de nuestras instituciones.Hemos ingresado plenamente a la era de la deliberación.Hoy, las grandes decisiones son producto del debate democrático y de la corresponsabilidad.El establecimiento de una presidencia constitucional exigió un difícil ajuste en las prácticas de gobierno, no exento de momentos de tensión.El Estado mexicano funciona cada vez más bajo un sistema de pesos y contrapesos, que se ha convertido en base sólida para la construcción de acuerdos.En esta nueva etapa, hemos pasado del federalismo en el discurso al federalismo en los hechos.Hemos puesto fin a un centralismo que degradaba la autoridad de los poderes locales.Hoy, federalismo significa responsabilidad compartida en la solución de los problemas locales, con una visión nacional.La concurrencia eficaz y constructiva de los diferentes órdenes de gobierno fortalece y engrandece a la República.Democracia es sinónimo de libertad, y hoy México vive un auténtico régimen de libertades.Gracias a la lucha ardua y prolongada de la sociedad, ahora podemos participar, disentir y decidir, con la dignidad de mujeres y hombres libres.Las libertades de expresión y de prensa, de asociación y reunión son ya reflejo de una sociedad abierta y plural. Ahora deben ser también factores de unidad nacional.Las y los mexicanos creemos en la fuerza del derecho, no en el derecho de la fuerza.Hemos convertido a la ley en el primer instrumento de gobierno y la mayor garantía de las libertades y derechos ciudadanos.El respeto a la legalidad no es ni podrá ser nunca discrecional; es la condición básica del contrato social.Hoy, democracia es el verbo y el sustantivo de la vida nacional.La democracia se consolida en el estricto apego a la legalidad; en el respeto a las instituciones; en el diálogo abierto entre todas las fuerzas políticas y en la toma de decisiones a través del acuerdo.Aun siendo perfectibles, las instituciones son el más sólido fundamento de la gobernabilidad.Ellas son parte esencial de nuestra historia. Sin instituciones, la acción ciudadana se diluye.Sin leyes y sin instituciones, la democracia se aniquila.Como nunca antes, hoy la gestión pública es verdaderamente pública, de cara a la ciudadanía.La transparencia y la rendición de cuentas son hoy puntales de nuestra vida democrática y preciados bienes públicos.Gracias a la acción corresponsable de los poderes Ejecutivo y Legislativo, hoy contamos con una ley y un instituto que promueven la transparencia.La nueva y creciente participación de la sociedad civil ha sido clave para vigilar la gestión y el buen uso de los recursos públicos federales.En la consolidación del Estado de derecho, el Poder Judicial ha sido factor decisivo para que nuestra democracia ciña su actuar a reglas claras y justas.El poder judicial ha sido también garante de apego a la legalidad. Sus resoluciones han dado certidumbre al avance político nacional.La vitalidad del Congreso refleja la dimensión de nuestra democracia.El Poder Legislativo ha dado pasos sustanciales para construir un nuevo marco legal propicio al desarrollo de una sociedad más próspera, justa, equitativa e incluyente.Las leyes aprobadas en estos seis años son el fundamento de una nación que condena y castiga la violencia contra las mujeres; que combate la discriminación; de un México que afirma la dignidad de los indígenas, los niños, las personas con capacidades diferentes y los adultos mayores; de un país que garantiza a todos el derecho a la salud y la educación.Nuestra democracia se ha fortalecido también con leyes que aseguran la transparencia y el derecho a la información; con leyes que nos conducen hacia una economía centrada en el bienestar de las personas y promueven el desarrollo en el campo, y con reformas económicas que nos dan certidumbre y estabilidad.Donde imperan la pobreza y la desigualdad, no puede echar raíces firmes la democracia.La democracia efectiva sólo se da entre iguales; su consolidación exige la superación de la pobreza.La pobreza atenta contra la dignidad de las personas e impide la construcción de una ciudadanía plena.Hemos promovido la convergencia de las políticas económica y social, como la base para construir una sociedad más justa y humana; una sociedad orgullosa de su identidad pluriétnica y multicultural; una sociedad comprometida a saldar su deuda histórica con las y los indígenas.Éstos han sido años de trabajo intenso, para que millones de niños y jóvenes, de mujeres y hombres hicieran valer su derecho a la alimentación, a la salud, la educación de calidad y la vivienda; para que pudieran ampliar sus capacidades y oportunidades.Ellos son el presente y el porvenir. Su futuro es el futuro de México.Sin crecimiento económico, no hay desarrollo humano.El mandato que recibimos de la ciudadanía fue conjugar democracia con crecimiento económico y equidad social.Hoy la democracia y la estabilidad económica van de la mano; son el piso firme del desarrollo nacional.Gracias a un manejo responsable de la política económica, las y los mexicanos hemos aumentado el ingreso nacional, reducido la pobreza y mejorado la calidad de vida de las familias.También hemos logrado disminuir a niveles históricos las tasas de inflación y de interés.No hemos endeudado a las futuras generaciones. Por el contrario, hemos reducido de manera sustancial la deuda pública externa.Establecimos como meta el equilibrio en las finanzas públicas y, con la valiosa colaboración del Congreso, lo hemos alcanzado.Este hecho, inédito en la historia, permitirá que el próximo gobierno inicie con finanzas públicas sanas.A través de novedosos esquemas de inversión, juntos, los sectores público y privado hemos contribuido decididamente a la ampliación y modernización de la infraestructura nacional.México cuenta ya con instalaciones que garantizan el abasto energético de la próxima década. Atendiendo a las demandas de estados y municipios, también hemos puesto al día la infraestructura de comunicaciones y transportes del país.Nuestro compromiso ha sido que la política económica esté al servicio de las personas.La estabilidad económica ha permitido proteger el ingreso de las familias. Con mayor poder adquisitivo y créditos a tasas fijas y a largo plazo, más mexicanos cuentan ahora con una casa digna y con bienes que mejoran su calidad de vida.Estos logros, si bien insuficientes, son un poderoso aliciente para continuar nuestra lucha en favor de un México más justo y más próspero.La democracia es una conquista de la conciencia y de la razón.Es un patrimonio de todos los mexicanos; un patrimonio que se ha alcanzado con la lucha de generaciones.Vivir en democracia es nuestra decisión. Es responsabilidad de todos fortalecerla y hacerla más eficaz.La gobernabilidad democrática avanza por la vía institucional. Hoy los conflictos políticos y sociales se procesan en las instituciones.La democracia no es un fin en sí mismo; es un medio para consolidar a la nación y alcanzar el desarrollo que todos queremos.Los verdaderos demócratas piensan, hablan y actúan con apego a los valores y las normas de la democracia.Para ser demócrata no basta proclamarlo.La convicción democrática se demuestra en los hechos. Este año ha sido especialmente sensible en nuestra vida política. Es preciso evaluarlo a la luz de las libertades que nos ha dado la democracia.El pasado dos de julio, fuimos partícipes del proceso electoral más concurrido y competido de nuestra historia.Con entera libertad, las y los mexicanos hemos decidido el rumbo de la nación.En todo este proceso ha prevalecido un ánimo cívico ejemplar, que da muestra de la solidez de las instituciones.El Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación demuestran, una vez más, que son baluartes de nuestra democracia.Con la participación ciudadana, la democracia se ha fortalecido. Desconocerlo es negar la voluntad colectiva.Los ciudadanos son los mejores testigos de este proceso histórico.México es una nación plural. El mandato de las urnas ha sido por el diálogo y el acuerdo. El diálogo es fundamento de la democracia.En el México democrático, el motor de la transformación es el voto de la ciudadanía, no el veto a las instituciones.No se debe someter a la democracia bajo el argumento de la democracia. No se debe pretender acorralarla por la vía de la intransigencia y la violencia.Quien atenta contra nuestras leyes e instituciones, atenta contra nuestra historia, atenta contra México.Nadie puede decirse a favor del pueblo cuando atenta contra él. Una sociedad dividida es una sociedad débil; una sociedad incapaz de alcanzar sus fines; incapaz de atender a los más necesitados. Todos tenemos la obligación de promover el entendimiento que nos lleve a encontrar coincidencias, conciliar divergencias, visiones e intereses contrapuestos.México reclama prudencia, no estridencia.México necesita que prevalezca la razón, no la cerrazón.México exige armonía, no anarquía. Es momento de unidad.Es momento de unidad en torno a los valores e instituciones de la nación; de unidad para alcanzar los anhelos de democracia, justicia y bienestar social del pueblo mexicano.Por encima de filiaciones y diferencias, tenemos una historia y un futuro comunes.México es una patria generosa en la que cabemos todos. En este Sexto Informe de Gobierno, quiero hacer un reconocimiento a las y los ciudadanos por su voluntad y determinación de vivir en paz y en armonía. La historia habrá de valorar el compromiso de quienes participaron en la construcción de la democracia mexicana.Agradezco a todos los actores políticos y sociales su trabajo comprometido con los más altos propósitos de la nación.Cada ciudadano, desde su ámbito de competencia, ha puesto toda su voluntad para hacer de México la democracia que hoy nos enorgullece.Hago un reconocimiento a nuestras heroicas Fuerzas Armadas, por su desempeño eficaz, su lealtad, su estricto apego a la ley y su respeto a las instituciones.En democracia, nuestras Fuerzas Armadas han servido a las mejores causas de la patria.Estimadas ciudadanas y ciudadanos:Esta ceremonia republicana merece una reflexión sobre los retos que le esperan al país.Los cambios y logros que hemos alcanzado como sociedad son valiosos, pero incompletos.Hemos creado instituciones y nuevas leyes. Sin embargo, no hemos concluido aún las transformaciones históricas que los tiempos demandan.La pobreza y la desigualdad siguen siendo los principales enemigos de México.Nuestro país no alcanzará la equidad y la justicia mientras existan comunidades sin suficientes servicios básicos; mientras aún queden pueblos indígenas en condiciones de marginación; mientras miles de personas se vean obligadas a emigrar en busca de mejores horizontes; mientras todavía haya mexicanos discriminados.La paz y la concordia nacionales exigen mayor justicia social.La inseguridad es otra de las deudas a saldar. La razón primordial del Estado es garantizar ese bien público. Para toda sociedad es esencial la protección de la integridad física, moral y patrimonial de las personas. La aprobación de la ley de seguridad pública y justicia penal contribuiría de manera determinante a la lucha contra la delincuencia.La estabilidad económica no se ha reflejado suficientemente en la generación de empleos y fuentes de ingreso para atender, sobre todo, las aspiraciones de nuestros jóvenes. Generar trabajo digno y oportunidades de ingreso independientes, para todas las familias y personas, continúa siendo un reto para México. Requerimos también acordar las reformas que nos permitan acelerar el paso, ser más competitivos y contar con más recursos para dar respuestas eficientes a las legítimas demandas de la sociedad.El futuro está en nuestras manos si privilegiamos la tolerancia por encima de la intransigencia; la búsqueda de acuerdos por encima de la descalificación; la voluntad de entender al otro por encima de las divisiones.La consolidación de la democracia pasa por un reconocimiento de nuestra pluralidad; por la construcción de un proyecto incluyente de nación, conformado por todas las propuestas políticas.México exige la voluntad y el compromiso de todos.La voluntad colectiva es el sustento de nuestra vida democrática.Ha sido para mi un honor servir a México como Presidente de la República; es también mi mayor orgullo.Ésta es, sin duda, la experiencia más importante de mi vida y la que llevaré siempre en mi corazón.En estos seis años de gobierno, me he conducido invariablemente con rectitud, con respeto a la palabra empeñada y con apego a la verdad.En todo momento, he dado lo mejor de mí.En estos seis años, México ha cambiado.Los mexicanos estamos cambiando a México y México nos ha cambiado.Después de una larga lucha, hemos convertido a la democracia en nuestro presente. Ese será también nuestro futuro. México será una nación cada vez más fuerte, cada vez más libre y cada vez más justa. La democracia ha valido la pena.La democracia vale la pena. ¡Viva la democracia!¡Viva México!

viernes, septiembre 01, 2006

Incluyen entrevista de semblanza de Antonio Sánchez en "Popular Mechanics"



En las primeras páginas del más reciente número de la revista internacional "Popular Mechanics", se incluye una entrevista de semblanza realizada al astrónomo universitario Antonio Sánchez.El académico universitario aparece en entrevista realizada por Nazifh Luna, quien pertenece al equipo de redacción de la revista en su versión en español, misma que edita el grupo Editorial Televisa."Popular Mechanics", revista de origen estadounidense especializada en ciencia y tecnología, incluye en la sección de "Radar Entrevista" de su ejemplar número 59 una entrevista titulada "Bossa nova espacial" que se hizo recientemente a Sánchez Ibarra y que aparece en la página 22.En su estructura, la semblanza se refiere al interés científico de Sánchez Ibarra por estudiar el espacio, pero en espacial por dedicar gran parte de su vida a la observación solar. También expone el arduo trabajo del astrónomo para hacer divulgación científica y de su papel como educador, así como de su relación con organismos internacionales dedicados a las ciencias del espacio.Asimismo, da cuenta del trabajo y los aportes científicos que ha hecho la red de astrónomos mexicanos, además de exponer los proyectos más inmediatos de la Asociación Mexicana de Planetarios que él dirige. La semblanza también habla sobre las aficiones de Sánchez Ibarra entre las que destaca su pasión por la música.